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miércoles, 26 de febrero de 2014

BOSSUET. APOSTOLADO ASEQUIBLE A TODOS: “Practicad el ejemplo en el propio hogar. Cada uno es un grande en él, un príncipe en su familia”

BOSSUET

El fermento fácil del ejemplo

El buen ejemplo es una levadura asequible para todos y que fermenta también por entero. Entresacamos unos párrafos de Bossuet sobre este asunto.

Apostolado asequible a todos


“Considerad, pues, cristianos, el poder que Dios nos ha concedido, y al verlo en nuestras manos, como talento de que habremos de rendir cuenta, formemos la resolución decidida de aprovecharlo para su gloria, esto es, para el bien de sus hijos”.

“Mas, al tomar esta decisión, precavámonos muy mucho de caer en los ilusorios deseos que la ambición suele proponernos. Siempre nos impulsa, en efecto, a obras extraordinarias, pero para cuya ejecución necesitamos de crédito y de situación elevada. Es el pretexto corriente del ambicioso, que, cuando aspira a grandes dignidades, se propone llevar a cabo grandes cosas (cf. San Gregorio Magno, Regula Pastorum 1,9). Ahí es el llorar los males públicos y soñarse reformador de abusos y censores severísimos todo el que desempeña algún cargo revestido de dignidad… ¡Qué magníficos propósitos para el regimiento del Estado! ¡Qué de hermosos pensamientos sobre la Iglesia! En medio de estos propósitos y deseos se va infiltrando el amor del mundo, y, dejándonos sorprender por el espíritu del siglo, nos tornamos mundanos y ambiciosos. Una vez llegados a la cumbre, entonces es necesario esperar la ocasión, que tiene pies de plomo y no llega nunca. El que comienza a disfrutar con espíritu del siglo, su oficio, se olvida a gusto de lo que se propuso tan religiosamente” (cf. San Gregorio, ibid.).

“El deseo de hacer el bien no os lleve nunca a desear puestos más ventajosos. Obrad el bien que tenéis delante y que Dios os ha hecho posible. No temáis ser inútiles y ociosos, si no rebasáis vuestros límites y no alcanzáis puestos altos. Un río, para ser fecundo, no necesita rebasar sus orillas ni inundar el campo, porque, deslizándose manso por su lecho, riega y verdea le ribera y ofrece su agua al pueblo como vía de comercio…

Dentro de nuestro propio y legítimo ámbito, y en la medida posible, ensanche cada cual su caridad. Nuestros cargos están circunscritos, pero la caridad no reconoce límites. Toda para todos, se dedica a tantas tareas como necesidades encuentra…; no teme nunca que le falte trabajo y, en vez de aspirar al poder, anhela en el alma de quien la practica rendir a Dios cuenta exacta del cargo en que le puso…

“Poderosos, practicad el bien. Uno de los que podéis llevar a cabo, el ejemplo, es un bien para vosotros mismos y para nosotros. Es un don que os enriquece y un don que volverá a vuestras arcas. No hace falta esforzarse mucho. Basta con llenaros de luz, que la luz llegará a nosotros por sí sola…

“Practicad el ejemplo en el propio hogar. Cada uno es un grande en él, un príncipe en su familia” (cf. Cuaresma de las Carmelitas: Esbozo de la última parte del sermón predicado el 27 de marzo de 1661 [ed. Lebarq] t.4 p.22).

“La primera conquista de un príncipe debe ser la de su propio Estado. Ha de ganarlo para sí, para Dios y para la justicia, desarraigando los vicios…

“Un estado se gobierna por el ejemplo, que cambia las personas y las formas en la virtud, mejor que por medio de las leyes, las cuales en la mayoría de los casos son cargas que abruman en vez de aliviar” (cf. Pensamientos cristianos y morales, 25: De los reyes y los grandes [ed. Lebarq] t.6 p.687).

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